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ace unos días leí un artículo en la Revista Ñ de un escritor argentino que radica en Granada, Andrés Neuman. Sus palabras me quedaron dando vueltas y me inspiraron para escribir este artículo sobre los puntos de vista del escritor, sobre su manera de mirar la literatura y de mostrar sus ideas y sentimientos, y los del mundo.

Andrés hablaba de dos clases de escritores los geocentristas y los heliocentristas, refiriéndose a los primeros como aquellos que analizan su entorno y perciben la literatura desde su punto de vista, su arte gira en torno a quienes son y cómo ven la vida. Los narradores heliocéntricos por su parte, se muestran como alguien que no son, se convierten en los individuos a los que observan, en aquello que desean ser.
Por otro lado, dice que algo que comparten la astronomía y la narrativa es la importancia que le dan al punto de vista a través del cual se puede observar un fenómeno, para intentar comprender algo que parece conocido pero que en realidad encierra un profundo misterio en su interior. Porque tanto un cielo estrellado (astronomía) como la naturaleza humana (literatura) no son exactamente lo que parecen y, de acuerdo al punto de vista que se tenga, se pueden llegar a comprender mejor ciertos aspectos que hacen a su esencia u otros.
Cabe aclarar que según Neuman (con lo cual estoy absolutamente de acuerdo) lacapacidad de mutar nuestra identidad como autores no reside en el uso de la primera persona, sino en saber camuflarse en vidas ajenas y hacerlas propias, al punto de hablar con otras voces, sobre otras realidades.
Otros Yo

Ser escritor exige mucha versatilidad en cuanto a los puntos de vista. Crear personajes, darles una personalidad específica, conseguir que interactúen con su vida, con sus relaciones, con el entorno, de la forma más fluida posible, sin que nada se note forzado o “tirado de los pelos”; es una tarea ardua para la que hace falta principalmente una cosa, mirar una misma cara de la monedadesde diferentes puntos de vista.
Meterse en la piel de cada personaje, por ínfimo que sea su papel en la historia y darle vida de la forma más exacta y creíble que podamos es nuestra tarea principal. En la cual puede sernos de mucha utilidad jugar con nuestra identidad, camuflarnos en las vidas ajenas, intentar entender vidas de otros desde nuestro cuerpo, pero no desde nuestra vida, sino desde esas vidas externas, jugar a ser otras personas y mirar la vida desde esa otra perspectiva, de este modo posiblemente logremos personajes absolutamente creíbles en historias que los lectores lleguen a pensar que pudieron ser reales.
Además, si conseguimos contar una historia en primera persona, sin ser nosotros mismos los que tengan voz en ella, habremos conseguido salirnos de nuestro círculo y ser instrumento para que la literatura se manifieste, olvidando todo lo que nos circunda, siendo una especie de rata de laboratorio para el crecimiento de las letras.
A propósito de este tema, creo que puede ser muy certera la frase del artículo de Neuman que dice que la primera persona es un laboratorio y que la cobaya,es nuestro yo literario, el cual puede alterar rotundamente nuestra identidad, llevándonos a entornos extraños, padeciendo dolores que jamás imaginamos y apoderándonos de memorias de otros.
Puntos de vista que mutan
El paso del tiempo es uno de los inexorables condicionantes del punto de vista. Una persona va cambiando física y mentalmente al ir cumpliendo años, madura ciertas cosas y deja de creer en cuestiones que le parecían inamovibles. En este punto considero que reside la mayor riqueza del ser humano, en poder mutar con el paso del tiempo.
La mutación es una capacidad que le permite convertirse en alguien que jamás creyó que podría llegar a ser, y se libera de ciertos principios que siendo los inculcados en su educación más temprana, al convertirse en un ser adulto y pensante, descubre que ya no los comparte, o no los considera tan irrevocables como en otro tiempo.
En la infancia la vida es sólo una, la mirada es una, no nos pertenece, miramos el mundo a través de los ojos de nuestros adultos, porque sentimos que ellos tienen las herramientas para analizarlo todo, son los únicos que pueden cuestionar, juzgar y decidir qué es correcto y qué no.
En la infancia, somos títeres de un sistema que parece perfecto, sólo tenemos que preocuparnos por jugar, crecer y disfrutar, de las cuestiones racionales e ideológicas se ocupan “los grandes”. Pero al llegar a cierta edad, ponemos a prueba todo, discutimos todo, porque descubrimos que la vida según cómo se la mire puede ser muy diferente y compleja. Cuando sucede esto es que maduramos, y entonces nuestra mirada se transforma, construimos nuestra propia vara y juzgamos con ella el mundo.

Puntos de vista en la literatura
En la escritura pasa lo mismo, al principio todo es nuevo y sólo nos atrevemos a probar aquello que nos dicen que conviene, lo que leemos de grandes autores, lo que nos recomiendan otras personas; pero un día descubrimos que las letras nos ofrecen un horizonte inmenso y que explorarlo es la mayor riqueza que podamos tener en la vida.
Entender que nuestros puntos de vista deben cambiar constantemente, de forma real o ficcionaria, es la principal herramienta con la que contamos parahacer germinar en nosotros la literatura y entregarnos a ella de forma convincente.
Jugar con los diferentes puntos de vista de una misma historia, nos permitirá mostrar a los lectores muchas realidades en una sola y plantear una mirada crítica sobre cada sujeto y sus acciones. Poner en duda todo en lo que creemos y pensamos es una de los deberes principales de los escritores, porque a partir de la crítica podemos llegar a conclusiones más certeras y podemos acercarnos a nuestro verdadero yo, que no es más que muchos tú en una misma historia.
Para cerrar este artículo, les dejo un vídeo de este precioso artista que es Neuman, en el que podríamos acercarnos a los puntos de vista de un escritor en comparación con una fotografía. A propósito, les recomiendo la lectura no sólo de Andrés sino también de Horacio Quiroga y Cesar Vallejo, autores que Andrés menciona en esta nota. Espero que les guste.